No pocos estudiantes se preguntan frecuentemente cómo podrían mejorar su inglés. Ya sea que estén comenzando el camino al bilingüismo, o que lleven ya varios años en este, avanzar parece en ocasiones algo extremadamente difícil.
Llegar a una comprensión avanzada de la lengua de Shakespeare no es tarea sencilla, y al principio, muchos estudiantes no saben ni por dónde empezar.
Si te encuentras abrumado por tu proceso de aprendizaje, saber cuáles son los errores más comunes que cometen las personas que estudian inglés podría ser de provecho para ti. Si tu estrategia es la correcta, ¡te garantizo que en poco tiempo dominarás el inglés como si fuera español!
La versión original de esta entrada, en inglés, la puedes encontrar aquí.
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1. Te fuerzas a estudiar
Primero lo esencial: si quieres mejorar tu inglés, no veas tu estudio como un trabajo. Recuerda, se supone que estudiar inglés sea entretenido, no aburrido y monótono. Para no caer en este error, podrías hacer de tu estudio un reto fascinante que mantendrá ocupado a tu cerebro. Suena mejor que pasar horas y horas tratando de recordar verbos, gramática y vocabulario como si tu vida dependiese de ello ¿no?
Encuentra el tema que te apasione y trata de practicar el idioma a diario. No te estreses por no poder hablar inglés a la perfección, en su lugar, enfócate en sentirte cómodo mientras hablas. Entre más rápido dejes de estresarte y presionarte por aprender un idioma, más rápido lo incorporarás en tu rutina diaria.
2. Usas libros… y nada más
Bueno, ahora ya estás más motivado a ver el inglés como un reto entretenido que como un trabajo. ¡Es tiempo de decirle adiós a los libros monótonos! Cierto, los libros de gramática y lenguaje son parte importante del proceso de aprendizaje de una segunda lengua, pero, si tu meta es mejorar tu inglés conversacional, sería mejor que te sumergieses en los usos prácticos del idioma.
De hecho, muchos estudiantes han descubierto que el inglés que se les enseña en las aulas, no se parece mucho al que escuchan hablar a los angloparlantes. Las variantes del idioma entre los hablantes nativos son bastante diversas. Esto se debe en parte a los slangs y a los diferentes acentos. ¿No crees que sería mejor si tu utilizas el material disponible para angloparlantes nativos? Irónicamente, si dedicas tiempo a comprender este tipo de material, aunque sea difícil al principio, descubrirás las reglas del inglés por tu propia cuenta. Con el tiempo comenzarás a reconocer algunos patrones y podrás usarlos para emplearlos en conversaciones.
No te deshagas de todos los libros, pero deja de utilizarlos como la única fuente de conocimiento disponible. Te sorprendería lo mucho que podrías avanzar si decides utilizar más de un tipo de material para estudiar el idioma.
3. Nunca practicas tu inglés en voz alta
Muchos estudiantes se proponen mejorar su inglés conversacional, pero paradójicamente, ¡lo único que no hacen es hablar el idioma! Hay muchas buenas maneras de aprender inglés, desde leer periódicos hasta disfrutar de las películas de Hollywood, pero recuerda, ¡debes hablar si quieres conversar!
Si estás utilizando todo tu tiempo para escuchar a otros, nunca saldrás de tu zona de confort. Quiebra este ciclo al esforzarte a hablar un poco de inglés cada día. ¡Busca amigos con los cuales hablar en el internet o únete a un club! Incluso podrías plantearte tener auto-conversaciones. Al principio seguro que te parece algo tonto, pero oye, a veces debes hacer lo que sea para alcanzar tu meta.
4. Tus miedos se llevan lo mejor de ti
¿Te da pavor equivocarte y que todos se rían de ti? Muchos estudiantes de inglés quieren progresar en su aprendizaje pero no quieren sentirse juzgados por otros. La única manera para salir de este pensamiento es exponiéndote a tus miedos. Practica tu inglés y que no te importe la opinión de los demás.
Mejor aún, pídele a tu compañero de conversación que corrija tus errores. Al principio, que alguien señale tus faltas puede ser algo embarazoso, pero aprenderás rápidamente como se expresan los angloparlantes, y a la vez, sabrás dónde erras con mayor frecuencia
5. Te olvidaste de expandir tu vocabulario
¿Sabías que el diccionario de Oxford contiene 171,476 palabras del idioma inglés? El angloparlante promedio utiliza un vocabulario de 20,000 palabras, así que por fortuna, no necesitas memorizar el diccionario completo. Sin embargo, si constantemente utilizas los mismos vocablos al expresarte, tus conversaciones se volverán algo aburridas.
Expandir tu vocabulario ofrece, la que quizá sea, una de las maneras más sencillas para mejorar tu inglés conversacional. ¡Lo mejor de todo es que no es difícil! Basta con que leas un libro o veas algunos clips en línea, para encontrar palabras que nunca has escuchado antes.
Por supuesto, ¡tienes que esforzarte un poco para recordar las palabras que encuentres! Si aún no utilizas una herramienta didáctica como Woodpecker, ¿qué estás esperando? La aplicación pone a tu disposición más de 160,000 videos subtitulados. La app también guarda tu historial de palabras para que puedes repasar después.
6. No te sumerges en la cultura
Millones de estudiantes de idiomas dan fe del poder de la inmersión. Básicamente, si te adentras en un entorno donde las personas a tu alrededor hablan otro idioma, tu cerebro trabajará con intensidad para adaptarse.
Muchos estudiantes tratan de estudiar en países angloparlantes para sumergirse en la experiencia del inglés. Si tuvieses la oportunidad de hacer esto, ¡sería genial! El proceso de inmersión es la manera más eficaz para aprender a hablar otro idioma en menos de lo que canta un gallo.
Si por otro lado, no está en tus opciones vivir en otro país, podrías adquirir el idioma por medio de podcasts o estaciones de radio. Escucha música en inglés mientras preparas la cena. Pon atención a un podcast cuando vayas a la escuela o la oficina. No necesitas dedicar el 100% de tu capacidad intelectual a tratar de descifrar todas las oraciones. Podrías en su lugar, poner énfasis en entender cómo y en qué contexto escuchaste usar las frases que si captaste.
7. Tratas de abarcar mucho y luego te frustras
No hay nada de malo en ser un principiante. Después de todo, nadie nace sabiendo.
Un error muy común, sin embargo, es que algunos principiantes del idioma se fuerzan a comprender las estructuras avanzadas de la lengua. Puede que quieras manejar el inglés como un máster algún día, pero si estás comenzando tu estudio, no tiene mucho sentido que tu meta sea leer unas de las obras maestras de Shakespeare, al menos no por el momento. Si esta es tu estrategia, seguro falta poco para que te frustres y consideres abandonar tu objetivo. Si quieres mejorar tu inglés, como todo en la vida, hazlo paso a paso.
Se honesto contigo mismo y evalúa tu nivel actual. Puedes comenzar por enfocarte en desarrollar habilidades básicas de conversación y, posteriormente, estudiar nuevos vocablos y conceptos de la estructura del idioma.
8. La traducción es lo más esencial para ti
Cuando empiezas a estudiar inglés, es solo natural que relaciones algunas ideas del idioma con tu lengua materna. Pero no mejorarás tus habilidades lingüísticas, si solo te enfocas en traducir de una lengua a otra.
Cada idioma ofrece algo único e intrigante a sus estudiantes y el inglés no es la excepción. Muchas de las expresiones, frases e ideas que utilizas a diario en tu idioma, podrían ni siquiera existir en el inglés. Si basas tu estudio en encontrar traducciones textuales, tarde o temprano te vas a desgastar.
Es comprensible que sea un poco estresante, que el idioma que estudias siga reglas totalmente diferentes a tu lengua materna, pero eso es parte de la belleza de aprender. Da tu mejor esfuerzo para tratar de entender cómo funciona el inglés, en lugar de enfocar tu atención en tratar de encontrar similitudes y diferencias entre ambas lenguas. Recuerda que tu cerebro es como cualquier otro músculo: descansar de vez en cuando no es pereza, sino parte esencial del proceso de aprendizaje para evitar la fatiga mental y la desmotivación.
9. No te atreves a mezclar las cosas
Cómo se ve tu rutina de aprendizaje de inglés? ¿Lees los mismos periódicos día tras día o, dedicas varias horas a usar las mismas técnicas de memorización una vez tras otra?
Es genial que sepas que método funciona mejor para ti, pero seguro querrías agregar nuevas rutinas y ejercicios para mantenerte motivado. Cuando entrenas para una maratón, combinas ejercicios de levantamiento y velocidad. Seguro también corres en diferentes lugares. Esta analogía funciona perfectamente para describir el proceso de aprendizaje de un idioma: necesitas ponerte nuevos retos y agregar nuevas rutinas a tu estudio para poder triunfar.
Encontrar maneras creativas para avanzar en tu aprendizaje te ayudará a mejorar tu inglés más rápido de lo que creías, y a la vez, te mantendrá motivado y entretenido.
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